Dentro de las actividades de la Programación de Primavera 2018 del Ayuntamiento de Córdoba e IMDECO, el día 24 de abril a las 16:30 impartí la conferencia Dieta Mediterránea, dedicada al colectivo de mayores en el centro cívico Lepanto.

En el salón de actos, que completó su aforo, se encontraban sobre todo alumnos que asisten a centros de Educación de Adultos de la zona, aunque la entrada era libre.

La presentación fue a cargo de la Directora General de Participación Ciudadana, Salud y Consumo, Elvira Iglesias Pérez, que hizo algunas indicaciones de mi currículo para poner al auditorio en situación.

La charla discurrió más de forma dialogada, que como clase magistral, pues como se dejó claro desde el primer momento, los asistentes habían disfrutado de la dieta mediterránea, al menos en la primera etapa de sus vidas. Mediante este enganche, se fueron extrayendo las pautas de cómo comieron de pequeños y estableciendo el paralelismo con la dieta mediterránea. Pero no sólo se habló de la dieta mediterránea como una forma de comer, sino que se puso de manifiesto que es parte de nuestro patrimonio inmaterial, reconocido por la UNESCO; es la forma más saludable de comer, reconocido por múltiples estudios (entre ellos PREDIMED); y de las formas más respetuosas con el medio ambiente de alimentarse, si aprovechamos las temporadas y los productos locales. En este sentido se informó de las ventajas de consumir productos de cercanía (principalmente frutas y verduras) y sobre todo recolectados en su punto óptimo de madurez, tanto organolépticamente, nutricionalmente y por sostenibilidad medioambiental.

Conforme avanzaba la charla, se iba convirtiendo más en un consultorio, pues se fueron plasmando las inquietudes alimentarias de los presentes, que las fuimos resolviéndo, encontrando en muchas de ellas un elemento común, la solución está esa forma tradicional de alimentarnos que en cada pueblo y cada barrio a interpretado la Dieta Mediterránea.

Casi dos horas y media de coloquio que espero haya servido para que los asistentes rescaten las formas más sanas y sostenibles de su alimentación tradicional, enmarcadas en el modelo de «Dieta Mediterránea»