La noche del día 16 hubo una fuerte tormenta en Córdoba, lo que alivió un poco las altas temperaturas que veníamos sufriendo desde días anteriores. Lo que podría ser motivo de recogimiento para otros, fue la excusa perfecta para ver la tormenta desde los GastroPatios de Córdoba.

Aunque cuando la lluvia arreciaba, se tuvieron de cubrir los puestos y nosotros refugiarnos en la taberna el Rincón de las Beatillas, tras amainar un poco, pudimos disfrutar del ambiente refrescante de las flores y el olor a tierra mojada de las macetas, mientras degustábamos de nuevo los Quesos Plazuelo que era el patio más cercano.

Fue espectacular ver los relámpagos y escuchar los truenos en este ambiente singular, que de alguna manera capte en este pequeño vídeo:

Pero no estábamos locos para salir en un día tan peculiar, teníamos una buena razón y era mostrarle los GastroPatios a Frederic Duhart,  ponente del Congreso Nacional de los Salmorejos,  Presidente de la ICAF Europa y docente en el Basque Culinary Center, además de una persona encantadora con la que compartir velada. Nos acompañaban también Chary Serrano (embajadora de los GastroPatios), Sandra Redondo (World Quality Trainer I&V S.L.), Pedro Pérez Juan (Gerente del Consejo Regulador DOP Azafrán de la Mancha), y Paqui López (Frimancha).

Completamos nuestra ruta por la calle Parras, donde se concentran tres patios, a cual más bonito y más interesante, en los que descubrimos en el nº5 los aceites de Almedinilla de Manuel Molina, desde los más suaves hasta los más potentes y su mermelada de aceite y azúcar que nos recordó el hoyo de pan con aceite y azúcar de pequeños. Por cierto, el detalle de tener un techo corredizo en el patio, permitió resguardarnos de la lluvia.

En los GastroPatios de Córdoba no podían faltar ibéricos del Valle de los Pedroches y en este caso en Parras nº8, pudimos catar jamón y embutidos de la Finojosa, en un patio amplio, en el que mirar las macetas con el regusto a ibéricos es un lujo indescriptible.

Para terminar la tríada de patios en el nº 6, un patio con un encanto especial, en el que se encuentran los productos de la abeja Moramiel, empresa de Hornachuelos que ha hecho del trabajo de las abejas su vida. No sólo pudimos degustar diferentes tipos de miel, sino que cuenta con propuestas tan sugerentes como el propoleo y el polen fresco, realmente difícil de conseguir. Aunque la EFSA obligue a miles de trámites para hacer alegaciones nutricionales de salud, en este caso saltaremos los trámites burocráticos, para proclamar la sabiduría popular de los efectos que tienen estos productos sobre la salud.

Pero no todo era disfrutar de los patios y degustar productos, ya que las personas que exponen sus productos (en muchas ocasiones los propios propietarios de los mismos) relatan con pasión las características, propiedades y formas idóneas de degustación de los productos. Y aprovechando que la tormenta había asustado un poco a los visitantes, también pudimos conocer el día a día del trabajo que lleva obtener estos productos, las vicisitudes por las que pasan, para finalmente tener productos de tan alta calidad y a unos precios que para ser alimentos gourmet realmente son muy económicos. En algunos casos familias enteras trabajando y luchando por mantenerse y con una fidelidad a sus principios y a la calidad de productos, encomiable.

cortesía de Sandra Redondo

Frederic, no paro de charlar con todos los expositores y creo que conoció un poco mejor Córdoba y nuestros productos, aunque él es asiduo visitante de nuestra ciudad. E incluso se animó a beber de un botijo, tras mostrarle la técnica. Lo cierto es que lo hizo con bastante maestría, pues según nos confesó, tenía entrenamiento con botas de vino. ¡Qué grandes recipientes! hoy en día tan olvidados y que fueron fundamentales en los campos, talleres y casas de nuestra Córdoba más entrañable.

cortesía de Sandra Redondo

Aunque ya hemos visitados los 8 patios, volveremos a ellos, pues el paseo nocturno por las callejuelas de la Axerquía norte, con las pequeñas recaladas en el frescor y aroma de los patios cordobeses, es un lujo que podremos disfrutar sólo en junio. Si le sumamos unas pequeñas degustaciones y terminar en alguna taberna cercana, con unos buenos Montilla Moriles, rematados por un PX, es la receta segura para no notar el calor de las noches estivales cordobesas.

Anterior visita a los GastroPatios

Fotos de las actuaciones
Fotos del evento