Resumen de Patrimonio gastronómico en el Siglo de Oro

El patrimonio gastronómico de la España del Siglo de Oro ha sido el germen de lo que hoy entendemos como cocina tradicional española, y a la vez acervo cultural gastronómico de nuestra cultura española. Ello es debido, a que en ese periodo histórico confluyen tres culturas aportadoras de su gastronomía, como han sido la romano-cristiana, judía y musulmana.

Se puede decir, sin equivocarnos, que las costumbres, platos y maneras culinarias tienen su origen las culturas señaladas. Ellas nos han transmitido unos conocimientos tales que la llamada cocina tradicional española, es un referente actual para otras cocinas y culturas.

La cocina cervantina o barroca se desarrolla en una España de grandes avatares históricos y cambios sociológicos que suministran una impronta que ha perdurado con los siglos.

Es una cocina arraigada en la agricultura y en una sociedad con unas connotaciones religiosas que ha determinado un tipo específico de cocina como es la llamada cocina de cuaresma. No obstante, también debemos tener presente que la sociedad estaba muy compartimentada, lo que determinada básicamente tres líneas de alimentación. Por un lado, estaba la nobleza y el alto clero que accedía a unos alimentos diversificados y a una dieta relativamente equilibrada, aunque inclinada a ser moderadamente cárnica. Por otro lado, un estamento de pecheros y gremios cuya dieta era cerealista y con un fuerte porcentaje de legumbres y finalmente un tercer compartimento de conversos, errabundos y pobres de solemnidad cuya dieta era pobre y estaba representada por verduras y puches.

De cualquier forma, existían determinados componentes alimentarios que eran imprescindibles en cual mesa, como eran el pan y el vino, considerado este último como alimento.

Pero nuestra tradición de relacionarnos con otros en lugares de convivencia donde se bebe y come, indudablemente tiene un buen ejemplo en este periodo con la profusión de tabernas, mesones, ventas y posadas que tachonaban el paisaje español. Al igual, que nuestra cultura de guisos de tiempos largos, como la olla podrida y la introducción de platos judíos como los hormiguillos (migas) y los escabeches, todo un bagaje gastronómico de nuestra cocina.

Reseña de Antonio Gázquez Ortiz

Catedrático Universidad de Extremadura

Académico de Academia de Ciencias Veterinarias de Extremadura

Autor de los libros de gastronomía