Gaspar Ros. Director de la Cátedra de Seguridad y Sostenibilidad Alimentaria “Grupo Fuertes”-Universidad de Murcia

La inteligencia artificial, en mayor o menor desarrollo ya está en nuestras vidas y la alimentación no podía ser menos. En principio, son conceptos antagónicos, por la frialdad del cálculo, frente a calidez que evoca la gastronomía en principio, sobre todo por lo compleja que puede ser la gastronomía, donde participan materias primas, formas de elaboración, presentación y sobre todo la percepción del consumidor. La inteligencia artificial se pone al servicio de un alimentación personalizada, de elevado interés nutricional. Por otra parte, el uso de inteligencia artificial en seguridad alimentaria se está desarrollando con un paso decidido.

La inteligencia artificial basada en el Big-data, proporciona patrones de comportamiento que se pueden aplicar en técnicas de marketing personalizado, para cualquier tipo de proveedor y cualquier tipo de cliente, pero de aplicación en gastronomía. Otras aplicaciones están en la trazabilidad, transparencia y al servicio de la sostenibilidad y el residuo cero.