Según las últimas noticias «filtradas» del gobierno, se están preparando medidas para aumentar los impuestos a personas que tengan sobrepeso u obesidad!!!

Al parecer, se trata de dos tipos de impuestos: directos e indirectos. Los directos serán vía IRPF, creando un sistema de Inspección Técnica Sanitaria (ITS), es decir una especie de ITV (Inspección Técnica de Vehículos) pero sobre las personas. Consistirá en inspecciones periódicas, la primera será obligatoria para todos los mayores de 18 años a partir de 2018, y en función de los resultados de los mismos y la edad, revisiones en el mejor de los casos a los 5 años,  2 años, o anuales, según los indicios de riesgo para la salud (es decir parecido a las inspecciones de los coches, pero sobre nosotros mismos). Los parámetros a evaluar son su IMC (índice de masa corporal = relación entre peso y talla) o índice cintura talla, tensión arterial, glucemia, colesterolemia y trigliceridemia. Esta ITS será obligatoria y en caso de no realizarse se reajustará en el IRPF al máximo escalón punitivo que en caso de hacer la ITS variará desde el 0% (personas normopeso, con parámetros bioquímicos normales) hasta un 30% de los ingresos en base de las desviaciones de la normalidad de lo que se considera un individuo sano. Esto según el gobierno, permitirá una recaudación de 5.000 millones de euros al año. Para el contribuyente, se estima un incremento medio de 250€ en cada declaración. Obviamente más en los que más ingresos tiene (porque es proporcional a los mismos) y por supuesto, en función de tu desviación de peso, principalmente y otros parámetros asociados a la obesidad, como tensión, colesterol, o azúcar en sangre. Aquellas personas que ingresen menos de 12.000€ al año no tendrán obligación de presentar IRPF, pero lo pueden hacer de forma voluntaria, pues de lo contrario no tendrá ningún tipo de descuento en las medicinas que tenga que comprar, o tendrá que pagar parte de las intervenciones sanitarias en hospitales públicos, o centros de salud.

Pero no he mencionado hasta ahora la parte de impuestos indirectos que se harán sobre ciertos gastos, como la ya anunciada previamente sobre los impuestos de los azúcares (refrescos), pero las peores, se cita que serían sobre el gasto sanitario (medicamentos) e intervenciones sanitarias en hospitales, o simple la hospitalización (estar ingresado), que tendrá un copago sanitario proporcional a la famosa ITS, y en caso de no haber pasado la misma, se aplicarían el 100% del gasto.

Los motivos para tomar esta medida están por una parte en las necesidades de reajuste del déficit impuesta por Bruselas, tratando de no hacer más recortes; parece que Europa no sólo lo vería con buenos ojos, sino como una prueba para aplicar en el resto de la Unión. Y por otra parte, hemos de ser conscientes de que era la crónica de una muerte anunciada, pues ya se tenían datos de gasto sanitarios asociado a la obesidad y otras enfermedades relacionadas con este problema, o que se agravan por el exceso de peso, como las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, diabetes, óseas (prótesis), e incluso cáncer. Por ejemplo, ya se habían hecho publicaciones al respecto en el Reino Unido, Iberoamérica, pero sobre todo el demoledor informe de la OCDE o el contundente de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). Sin embargo, Estados Unidos no barajan este tipo de medidas, pues le interesa más incrementar los seguros médicos, porque la sanidad pública es casi inexistente y en la era Trump aún se mermará más. Lo mismo ocurre en Japón, donde ser obeso también incrementa la cuota de seguro médico. Pero en España la protección sanitaria es prácticamente universal, como recoge la propia Wikipedia.

Si alguno está pensando que los partidos de la oposición no lo consentirán, se equivocan, pues parece ser que está pactado con los principales partidos de la oposición (no se menciona a Podemos). También alguno puede pensar que al estar cedida la gestión sanitaria a las comunidades autónomas, estás, harán resistencia a esta propuesta de gobierno, pero realmente son las principales beneficiarias, pues parte de la recaudación irá directamente cedida para incrementar el presupuesto sanitario (como ocurrió con el tabaco). Posiblemente éste sea el principal motivo para que algunos partidos que están en el gobierno de las comunidades autónomas, lo apoyen.


En definitiva, tenemos todo este año 2017 para ponernos a dieta y reducir nuestra tensión arterial, colesterol, o azúcar en sangre. Por cierto, parece ser que los diabéticos tipo I no computará su glucemia, pero en los tipo II sí.

 

 

Creo que como hizo Orson Welles en la guerra de los mundos, es necesario apelar a la calma, pues ¡¡¡esto es uno de mis relatos de ficción que os prometí para mi web!!!… espero no haberle dado ideas al gobierno