23 de junio a las 19h en la Plaza del Potro y una cifra clave que usar como contraseña: 1925. Esta era toda la información que teníamos, de lo que prometía ser un evento interesante pero clandestino.
Mereció la pena acudir a la incierta cita, pues en la Posada del potro, pudimos disfrutar, a pesar de las altas temperaturas que aún reinaban, de una fiesta insólita, pero francamente agradable.
Como entrada, un luthier fabricando allí mismo una guitarra con todos sus útiles y herramientas. A continuación barra libre de Alhambra reserva 1925 , heladas, que con el calor imperante, fue de agradecer y por si fuera poco, una macro tabla degustación de quesos artesanos preparada por Valle de Arás entre los cuales era imposible decantarse por cual era más exquisito. Mis favoritos un queso con trufas y otro elaborado con leche de Payoya, sin desmerecer algunas interpretaciones de quesos clásicos como una magnífica torta o un contundente queso azul.
Todo ello amenizado con música en directo y un ambiente muy distendido y todo muy bien preparado, incluido el photocall, del que esperamos ver pronto las fotos que nos hicieron.
Sin desmerecer como pudo ser la fiesta Clandestina de Granada del pasado 26 de noviembre, o las de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao , seguro que no contó con la «calidez» de la nuestra.