Un año más, fiel a la cita, he podido disfrutar de las XXI Jornadas de Nutrición Práctica que organizan la SEDCA, SPRIM y la Fundación Alimentación Saludable.
El ser asiduo al congreso supone el reencuentro con colegas que a veces puedes ver sólo en este evento, o con los que coincides esporádicamente. También permite conocer a otros científicos, que puedan abrir desconocidos horizontes para la ciencia que cada uno hace, o aún mejor, que se conviertan en nuevos amigos. El momento de comentar, proponer investigaciones y hasta discutir enfoques diferentes sobre la evidencia científica. Pues la ciencia ofrece información que a veces puede ser interpretada de diferente forma.
Y por supuesto es la ocasión para ponerse al día, en multitud de tendencias en nutrición, de la forma más directa.
Pero antes del congreso, en lo que ya es un clásico en el mismo, una sesión de Cooperación y Ayuda al Desarrollo en materia de Nutrición y Salud, dirigida por Mª Dolores Marrodán y Jesús Román Martínez. En esta ocasión en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla, dentro de las actividades de Encuentros Complutense. Experiencias únicas en materia de asistencia a los más necesitados y un ejemplo de cómo la unión de la conciencia y la ciencia pueden ser un arma poderosa contra las injusticias mundiales. Cómo moderadoras, mi buena amiga Susana Ferrer y Cristina de Lorenzo, con la que trabajé en el libro “Recomendaciones de alimentación para pacientes oncológicos” y compartir mesa el año pasado en este mismo congreso. De los ponentes, sin desmerecer a ninguno, la intervención de José Miguel Soriano, que como si de un cuento se tratara, nos relató su experiencia en cooperación y sus logros: cómo la ciencia puede resolver problemas concretos en cooperación y además romper el viejo mito de que la cooperación no es publicable. También resaltar la nueva propuesta de Acción contra el Hambre en el Sahel: El sonido del hambre, presentado por Antonio Vargas Brizuela y a la que nos pidió a todos participar entrando en su web.
En cuanto al congreso en sí, han sido numerosas las ponencias que me han interesado de su extenso programa, aunque un poquito más corto este año al comprimido en dos días. Algunas, lamentablemente han coincidido con mi participación, por lo que me las he tenido que perder, por lo que estaré atento a su publicación en la revista Nutrición Clinica y Dietética Hospitalaria. En relación a mi participación, en esta ocasión, he moderado una mesa relacionada con la alimentación infantil, con dos experiencias muy interesantes. Una ya consolidada, como es la del Hospital de León, donde han conseguido que la comida de hospital sea no sólo saludable, sino también atractiva para los niños, mediante presentaciones de los platos que evocan animales, caras, u objetos, que a los niños les encanta. Además se les da la opción de elegir su menú y complementando todo con información nutricional. ¡Enhorabuena a Esperanza Fariza y Soledad Parrado! La segunda experiencia, creo que dará bastante que hablar en un futuro próximo, se trata del proyecto SENDO que se inicia en la Universidad de Navarra y presentó Nerea Martín Calvo. Un estudio longitudinal que arranca con niños de 4-5 años y que indaga sobre sus hábitos alimentarios y la incidencia sobre futuras enfermedades crónicas, dado que pretende hacer un seguimiento a lo largo de los años de estos niños.
Mi otra contribución en el congreso fue sumamente gratificante, pues una de las comunicaciones que llevaba: “Estandarización y Valoración Nutricional del Rabo de Toro Tradicional Cordobés”, fue una de las 15 elegidas para exposición oral en el congreso y además obtuvo un premio accésit de entre las mejores comunicaciones. Dado que este trabajo, aunque ya está trascendiendo a los medios de comunicación, aún no lo he divulgado, daré más información de él, muy pronto. Cómo moderadores de la mesa, Antonio Villarino Marín (presidente del congreso) y Mercedes López-Pardo Martínez, a la que además quiero felicitar por ser ADENYD, la asociación que ella preside, la encargada del próximo congreso de FESNAD. Con ambos tuve ocasión de compartir la cena del congreso.
De todo lo oído en el congreso, sólo quiero hacer un pequeño apunte, sobre el papel que el café puede desempeñar protegiendo nuestra salud, tanto cardiovascular (demostrada con metaanálisis) y en otros aspectos que se están estudiando. Obviamente, son efectos no achacables a la cafeína, sino a otra multitud de compuestos, sobre todo fenónicos, que contiene.
Esperando la próxima edición de este congreso, para seguir aprendiendo y seguir coincidiendo con personas interesantes y buenos amigos.