El lunes 22 de febrero se desarrolló en Zalima la I Jornada de Dietética sobre Dieta Mediterránea: una opción saludable en la prevención de la patología infantil.
Cómo presentador del evento contamos con el catedrático de la Universidad de Murcia, Gaspar Ros Berruezo, que además de introducir a los ponentes, participó activamente en los debates que se suscitaron.
El primer ponente fue el Dr. Juan Luis Pérez Navero, jefe del servicio de pediatría y sus especialidades pediátricas del Hospital Reina Sofía, que disertó sobre la Influencia de la alimentación mediterránea en la prevención de patologías infantiles así como en la mejora de las mismas. El Dr. Pérez Navero, tras una introducción sobre las evidencias científicas de los efectos favorables de la dieta mediterránea, resaltó alguna de las consecuencias de una alimentación inadecuada sobre diversas patologías infantiles.
El comedor escolar como herramienta y recurso para favorecer una dieta saludable, fue el tema de la conferencia del Dr. Jesús Román Martínez Álvarez, presidente de la Fundación Alimentación Saludable. En su exposición, además de un breve recorrido histórico sobre los comedores escolares, relató los principales problemas con los que cuentan muchos de los comedores escolares que ha podido estudiar en sus investigaciones, y las propuestas de mejora que se recogen en su «libro blanco de la alimentación escolar«. En el debate, el profesor Ros Berruezo y yo mismo expusimos nuestra experiencia en materia de comedores escolares.
La última charla me correspondió a mí, y versó sobre como «Evitar que la Dieta Mediterránea desaparezca», en la que además de indicar las bases y origen del término Dieta Mediterránea fui relatando diversas investigaciones, que ponen de manifiesto un desapego cada vez mayor de la dieta mediterránea por la población más joven, la cual no está ligada a factores previsiblemente relacionados como sexo, reservas grasas, ejercicio físico, país, nivel cultural de los padres, aunque hay otros factores que parecen tener cierto efecto protector hacia la adherencia a esta dieta, como el comer en familia, vivir en una población rural, o reducir el tiempo de uso de pantallas (TV, ordenador, móvil, etc.).
Todos los ponentes pusimos especial énfasis en el papel que deben jugar las nuevas dietístas en formación, en preservar este bien inmaterial de la humanidad, pero sobre todo, un bien para la salud de los humanos que habitamos esta zona del planeta.