Ponemos de nuevo el calendario en cuenta atrás, para esperar el discurrir de cinco años hasta el próximo congreso de FESNAD.
Aún resuenan en mis oídos y quedan marcados en mi retina los recientes acontecimientos de un congreso, denso, interesante, esperado y que en gran medida ha satisfecho mi expectativas.
El lugar de celebración, excepcional, el Hotel Barceló Renacimiento en la sevillana Isla de la Cartuja. Aquel hotel que quedó de la Expo’92, como tres enormes plazas de toros que ha sido en el primer día un auténtico laberinto para encontrar desde un stand, una sala de conferencias, o la propia habitación, pero el que poco a poco he ido cartografiando en mi memoria, para intentar llegar en el menor tiempo posible de una parte a otra, o no tan rápidamente, pero sí a través de un stand en el que saludar, tomar una cocacola, o un cerveza, o simplemente cotillear quien se movía por el congreso. Además la ventaja innegable de salir de la habitación y ver allá abajo en el centro del ruedo los stand y algunas de las salas de conferencia. Tiempo entre habitación y conferencia, menos de 1 minuto. Y la comodidad de ir soltando el montón de merchandising que suelen dar en los correos de vez en cuando o simplemente no tener que buscar un servicio.
Grandes figuras de la nutrición española se han dado cita y no voy a mencionar a ninguno, para que no parezca que establezco mi propio ranking de prestigio en nutrición.
En cuanto a la información en forma de ponencias y conferencias, ha habido para todos los gustos en cuanto a temática y en cuanto a calidad de las intervenciones. Para mi gusto, y que he intentado asistir a todas, las relativas a las nuevas tecnologías de la información relacionadas con la nutrición. Particularmente el efecto de las redes sociales y blog sobre los consumidores, y por otra parte, el aprovechar la informática e internet para el desarrollo de aplicaciones relacionadas con la nutrición y ejercicio físico. Otro gran tema de interés para mí, ha sido la gastronomía en relación con la nutrición: estas dos grandes ramas de la alimentación siguen confluyendo y se ven abocadas a ir de la mano. Prueba de ello, la conferencia de clausura: Nutrición y Gastronomía en la Europa del siglo XXI: retos y oportunidades, que pronunció Gregorio Varela.
Información nueva y renovada o actualizada. Centenares de poster y circos de 3 ó 4 pistas o mejor dicho congreso con varias salas en las que se estaban debatiendo temas en paralelo, por desgracia, todos interesantes e imposibles de abordar para quien no tienen el don de la ubiquidad. Se me quedaron en el tintero ver a compañeros exponer sus temas y descubrir a nuevos ponentes en aspectos de mi interés. Otro gran hándicap los horarios, desde las 8,30 de la mañana, prácticamente sin interrupción hasta las 20h, incluidas las terribles horas de lo que Sevilla con su temperatura invitaba a que fueran las primeras siestas del año, y eso si no se tiene perpetuada esta costumbre, que se está postulando como un elemento más del estilo de vida mediterráneo.
Y que ni decir tiene una oportunidad magnífica para saludar, comentar y establecer estrategias de futuro con compañeros de cualquier parte de España que se dan cita en este enclave pentanual. Oportunidad que he aprovechado y que espero se consolide en diversas actividades de investigación que me tengan aún más entretenido en los próximos 5 años.
Por mi parte la participación en 4 poster, dos de temática relacionada con los Éperas de Ecuador, uno con Iquitos en Perú y el último con Bases de Datos. Podéis verlos en libro de comunicaciones del congreso (pág. 18, 86 y 87). Y una ponencia sobre comedores escolares.
Cómo siempre traté de dejar testimonio gráfico de todo y podéis ver el congreso en imágenes como es costumbre en mi web de fotos: