Las Web Asesinas
De vez en cuando, un periodista me pide un informe nutricional de determinadas web de cocina. Habitualmente, buscan el sensacionalismo: que evalúe el aporte calórico de muchos de sus platos y que las tilde de poco menos de “Web asesina”.
Recientemente me ha ocurrido por dos medios distintos sobre blog muy populares tipo Tasty o Tastemade, que ofrecen vídeos de cocina rápida, fácil y de platos, que por los ingredientes que usan y el aspecto que tienen, seguro que están deliciosos… Pero habitualmente abusan de queso, mantequillas, mayonesa, masas, azúcar, etc. Es decir, todos esos ingredientes, que amén de aportar sabores muy agradables para cualquier público, contienen un número de calorías en algunos casos desorbitantes.
Obviamente, si cualquier usuario de estas webs, se planteara comer a diario como plato principal y de forma consecutiva, todas las recetas que se muestran y en las cantidades que habitualmente ingiere su alimentación cotidiana, el exceso calórico sería notable (tipo Super Size Me). Amén de otras consideraciones como son el equilibrio de vitaminas hidrosolubles (sobre todo la C) o el aporte de fibra, de ácidos grasos monoinsaturados y Ω3, etc.
Pero realmente, ¿el objetivo de estas webs es promocionar una alimentación sana y equilibrada? ¿O simplemente ofrecer alternativas de platos fáciles de preparar y sabrosos, principalmente para un lucimiento esporádico de cocineros amateur? ¿Tendríamos que pasar por el mismo rasero a los restaurantes con estrellas o soles? ¿O a programas tipo “llámalo-X- Chef”? Es más, ¿tendríamos que someter a esa valoración de alimentación sana y equilibrada a todos los libros de cocina, desde Apicio hasta nuestros días? Si lo hiciéramos, casi todos los nombrados caerían en el mismo pecado, del exceso calórico y la falta de equilibrio nutricional.
Poniendo un símil, en otro orden de web muy visitadas, como son los destinos turísticos: ¿Tendrías que ofrecer las webs turísticas un equilibrio mar/montaña, ocio/cultura, nacional/internacional, ciudad/campo? De igual manera, culpar a las webs de cocina del problema de obesidad que aqueja a nuestra población española, o mundial, sería tan temerario como acusar a las agencias de viaje de los accidentes de avión.
No cabe duda de que, cualquier neófito en cocina, encontrándose con recetas tan fáciles y con buenos resultados de sabor, se verá tentado de abusar de estos platos, pero ya lo hacen con productos poco saludables que encuentran directamente en los supermercados, en la calle de al lado de las frutas y verduras, ¡de las que huyen despavoridos!
Una buena solución, podría ser una colaboración entre estas webs, con dietistas-nutricionistas o tecnólogos de alimentos, en la que los especialistas en alimentación valoraran nutricionalmente las recetas, en forma de un etiquetado nutricional y/o una propuesta de consumo razonable de los platos elaborados. Contar con un asesor nutricional en este tipo de web, podría, al menos, dar la información que el consumidor necesita (pero que en cualquier caso, seguro que intuye) sobre el aporte calórico o las raciones razonables para ser consumidas y la frecuencia con la que se deben comer estos platos.
Mientras tanto, pensemos algo, «si un plato se elabora con alimentos muy calóricos… no hay que ser un genio, para deducir que será hipercalórico» y si tenemos problemas con nuestro peso, sería mejor buscar otra receta, que habitualmente encontramos también en estas webs, pero en las que nadie se fija.
Y desde luego, en lugar de visitar web de cocina extranjeras, en la que no sólo tenemos que traducir los ingredientes, sino a veces también las unidades de medida o algunos de esos ingredientes es imposible encontrarlos, podemos visitar web que ofrecen platos más nuestros, que aunque también incluyen algunos muy calóricos, ofrecen sobre todo cocina más mediterránea y tradicional, como las de Chary Serrano, Lola Ariza, Ana Pineda, o Antonia Merino, entre otras, que son ejemplos locales de web de gastronomía que triunfan en las redes.