El pasado 21 de febrero, María García Rodríguez defendía su tesis titulada «Validación de un Cuestionario de Frecuencias de Consumo de Alimentos (CFCA) para la valoración de la Ingesta Dietética en la Amazonía Peruana«. Pero la tesis realmente ha sido mucho más que la validación de un cuestionario, han sido años de trabajo y dos periodos de varios meses en plena Amazonía Peruana, conviviendo con las personas más desfavorecidas del entorno, estudiando su alimentación y los efectos que sobre su salud está produciendo. Esta es la segunda tesis que se obtiene como fruto de ese trabajo, en este caso principalmente de María, pero también de otros integrantes de nuestro equipo de investigación que han convivido en aquel entorno de palafitos y viviendas flotantes, abordando el problema de la doble carga nutricional (malnutrición que convive con la obesidad), pero también aspectos de seguridad alimentaria e incluso haciendo propuestas para mejorar sus viviendas, que posiblemente pronto vean la luz en forma de un libro editado.
Pero además, María tiene el mérito de haber sacado su tesis, sin becas y trabajando simultáneamente en su consulta de dietética Nutre-t y realizando talleres para mejorar la alimentación de diferentes colectivos, aquí en España.
Por otra parte, evaluando la tesis un tribunal de lujo, Manuel Vaquero Avellán (UCO), Emilio Martínez de Victoria Muñoz (Universidad de Granada) y Nelly Bustos (Universidad de Chile – INTA) que destacaron el trabajo realizado e hicieron ideas muy interesantes, para la parte de la tesis que aún queda por publicar. Ya he comentado algo de las actividades que con el tribunal hemos realizado aprovechando su estancia.
La calificación Sobresaliente «Cum Laude» y se ha presentado con Mención Internacional.
Y por último, pero no menos importante el cordirector de la tesis: Guillermo Molina Recio, que con la alimentación de Iquitos, defendió también su tesis hace unos años, y ahora se estrena con su primera tesis como director. Para mí, ha sido la tesis número 20, pero como en toda familia numerosa, no sabría decir cuál ha sido mi favorita, pues todas han llevado parte de mi dedicación y sobre todo de mi cariño.
Espero María, que todas las vivencias en Iquitos, todo el trabajo de recopilar los platos que allí cocinan, realizar las encuestas y el manejo de un volumen ingente de datos, te haya merecido la pena con la consecución de tu estupenda tesis.
La celebración fue en Taberna la Montilla, que casualmente su gerente Rafael Gavilán me había invitado a la tertulia de 75 semanas / 75 pueblos en Lucena, ese mismo día, a la que obviamente no pude asistir.
Pero para seguir fiel a una costumbre ya bastante arraigada, al día siguiente otra doctoranda mía, Pilar, defendía también su tesis, con el mismo tribunal (hay que rentabilizar los desplazamientos).
