El 23 de noviembre en el palacio de la Merced, se ha celebrado la cata del concurso Internacional de vinagres VINAVIN 2020. Se han catado unos ochenta vinagres, presentados a concurso, estando compuesto el jurado de catadores por: Jesús Flores, José María Blanco, Miguel Villa, Miriam Cozar, Remedios Marín, Almudena Villegas, Jesús M. Requena, Jonatan Armengol, Celia Jiménez, Daniel Pla, José Miguel Marrón, Pepe Ferrer, Raul Márquez, José Luis Murcia, José María Montero, Manuel Luque, Pilar Marín, Pilar Ramírez, Cristina Moya, Fran León, Isidoro Garcia, Andrea Chicaiza y Mar Galván. Y la coordinación del evento a cargo de: Rocío Marquez y Carmen Mª Requena, con la ayuda de compañeros de la UCO, como Isabel López,
Como en años anteriores, la recepción de los catadores de fuera de Córdoba se ha realizado con un cóctel, que en esta ocasión, ha sido en el Restaurante Celia Jiménez, cuya chef había recibido dos días antes el Bib Gourmand por su otro restaurante «Avío«.
Ante de la degustación, Jonatan Armengol ha grabado para su programa de radio «Comer a ciegas«, de Intereconomía, una entrevista realizada a algunos de los miembros del jurado y a la organizadora, Rocío Márquez. Mucho contenido sobre historia y usos del vinagre con Almudena Villegas y de los entresijos del propio evento con Rocío y José Luis Murcia García. Y del papel del vinagre en la cocina, por parte de Celia. Mi pequeña contribución al programa radiofónico fue sobre la informatización del proceso de cata.
Al día siguiente tras la foto de familia, se dio a conocer el nuevo procedimiento para puntuar, que se ha utilizado en esta edición como novedad. Se ha sustituido la tradicional ficha, cumplimentada a mano y en la que cada miembro del jurado tenía que realizar sus propios cálculos, por una ficha informatizada, que se ha podido cumplimentar con el móvil, u ordenador.
Esta novedad, corresponde a la colaboración que la Universidad de Córdoba, y en este caso mediante la Cátedra de Gastronomía de Andalucía, viene realizando con Vinavin, que en esta edición, se ha materializado en esta aplicación desarrollada por su director (Rafael Moreno).
Esto ha permitido que se pudiera ir controlando la cata en tiempo real, tener los resultados mucho antes y además con mayor riqueza de detalles y menor posibilidad de error humano (sobre todo en las sumas). Aunque algunos catadores, inicialmente eran algo reticentes, finalmente la mayoría ha reconocido la facilidad de uso y ahorro de tiempo en la cata. Hasta Jonatan Armengol, mediante la accesibilidad que permite Google, ha podido utilizar la aplicación de forma bastante autónoma. Lógicamente, se ha tomado nota de sugerencias para mejorar la aplicación en el futuro
Los resultados, que se harán públicos muy pronto, apunta en todo caso a un magnífico nivel de la mayoría de los vinagres presentadas y a un buen número de medallas.
Además este año, Vinavin enviará el perfil de cata de cada vinagre participante a sus productores, para que tengan una idea más clara de cómo han percibido los catadores su producto.
También, se podrá evaluar la homogeneidad de los jueces a la hora de establecer sus dictámenes, todo ello siempre con el objetivo de poner en valor este minusvalorado producto, que ha sido imprescindible en cualquier cocina mundial, pero sobre todo en la andaluza. No cabe dudar que algunos de los vinagres presentados, con decenas de años de envejecimiento, son auténticas joyas de la gastronomía.
El almuerzo, después de la cata, se ha desarrollado en la Casa de Manolete Bistró, donde pudimos degustar un paté caramelizado, croquetas de jamón, royal de marisco, arroz con rabo de toro y de postre, una interpretación del Manolete, en este caso «Manoletina» con hojaldre, cabello de ángel y crema pastelera, acompañada de una quenefa de helado y frutos rojos. Por cierto, Juanjo Ruiz (Chef de Casa Manolete), ha quedado finalista de la IV Ruta Sentero y el Rabo de Toro, en la categoría tradicional.
Suerte a los premiados y agradecimiento a Vinavin y sus catadores por hacer brillar este magnífico producto gastronómico.