Un año más, estamos contribuyendo con el Centro Intergeneracional, dando clases por los pueblos de Córdoba a nuestros mayores, que cada vez a mí me parecen más jóvenes, o será que el que se hace mayor soy yo. Y es que hace ya 11 años que empezábamos a impartir clases, primero una charla en Hinojosa del Duque, para luego continuar en Priego de Córdoba.
Iniciaba andadura con dos buenos compañeros, Rafael Gómez Díaz y Manuel A. Amaro López, formando entre los tres un conjunto docente en tema alimentario muy completo, pues abarcamos tanto los aspectos culturales, tecnológicos, nutricionales y de seguridad alimentaria.
Pero no fueron mis únicos compañeros en la Intergeneracional, pues también formé equipo con José Carlos Gómez Villamandos (actual rector de la UCO) e Isaac Túnez Fiñana (actual vicerrector de la UCO), con un curso corto para captar sedes, por diferentes municipios cordobeses. E incluso sustituí a otro compañero, Antonio Garrido Aranda, por lo que en algunos pueblos me vieron con cierta frecuencia.
Desde entonces, hemos recorrido buena parte de la provincia, e incluso impartimos también en Córdoba capital nuestros cursos, para que esta segunda juventud coma sano, pero sobre todo desmontando mitos y bulos alimentarios.
En el presente año académico, en que la Intergeneracional pasa de Cátedra a ser Centro Intergeneracional, tenemos un programa muy completo de nuestro curso «Claves de la alimentación para preserva la salud«, ya que en primer cuatrimestre estamos impartiendo en Peñarroya y en Pozoblanco, para en segundo cuatrimestre hacerlo en la capital, con la novedad de que también participo en el curso «Alimentos funcionales y nutrición en personas mayores» en Puente Genil, con mi compañero Fernando Cámara.
Una experiencia impagable, el poder disfrutar de personas que realmente están en clase porque les apetece y quieren aprender. Personas con interés y que aunque por algunos han pasado ya muchos años, sus cabezas siguen siendo jóvenes y ávidas de conocimiento. Pero además, una oportunidad de aprender de ellos, pues atesoran ese patrimonio alimentario de cada familia, que o rescatamos, o pronto desaparecerá. Pero no todo ha sido compartir conocimiento, sino que también hemos tenido ocasión de compartir platos típicos de la gastronomía de muchos de esos municipios.
Os dejo enlaces a las fotos de las diferentes sesiones que hemos ido desarrollando y un vídeo de julio de 2016 en una charla para mayores, que impartí invitado por Sarquavitae en su 25 aniversario.